Messerschmitt Me 163 Komet
El Me 163 Komet fue el primer avión de la Segunda Guerra Mundial en desplazarse mediante un cohete a reacción. Vista la forma rechoncha que tiene, uno se pregunta si eso podía volar. Pues resulta que podía. Más o menos.
Este avión nunca pasó de ser un prototipo caro. Se construyeron muy pocos modelos, y solo se puso en servicio de combate en 1944. Sin embargo, tenía un par de problemas bastante serios:
Esto que comento en tono ligero, en realidad representaba una serie de limitaciones que volvían inoperativo al aparato. Lo mejor que tenía era su increíble velocidad punta (casi 900 Km/h), contra la cual no había avión Aliado que pudiera competir.
Descripción
Misión Caza cohete interceptor
Tripulación 1
Primer vuelo Agosto de 1941
En servicio 1944
Constructor Messerschmitt
Dimensiones
Longitud 5,7 m
Altura 2,7 m
Envergadura 9,3 m
Superficie alar 18,75 m²
Rendimiento
Máximo al despegue 4.310 kg
Motor Cohete HWK 509A-2 de dos propelentes
Potencia 1700 kg de empuje
Velocidad máxima 960 km/h
Alcance en combate 100 km
Techo de servicio 12.000 m
Velocidad de ascenso 4.900 m/min aprox.
Armamento
Cañón 2 MK 108 de 30 mm / 2 MG 151 de 20 mm
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Horten Ho 229 Nurflugel
El Ho 229 Nurflugel fue el avión más avanzado de su época, y surgió como un proyecto especial apoyado por Hermann Göring para obtener un bombardero de larga distancia capaz de dejar su carga de bombas en las Islas Británicas y volver indemne tras enfrentarse a los cazas de la RAF. Las pérdidas de bombarderos de la Luftwaffe sobre territorio británico eran brutales, por lo que la idea estaba bien enfocada.
A diferencia de los dos aviones anteriores, el diseño de este aparato fue tan brillante que su rendimiento, desde el principio, superó todas las expectativas. Tenía una velocidad punta de casi 1.000 Km/h y una autonomía de casi 2.000 Km debido a que su diseño aseguraba un consumo bajo de combustible. Para rizar el rizo, el avión estaba construído con materiales y pinturas antirádar para escapar a la detección de la red de control del espacio aéreo británico.
Ya saben de dónde salió el diseño del cazabombardero B-2, ¿no? Los servicios de inteligencia Aliados se dieron prisa por capturar las bases de producción de estos aviones para poder capturar los diseños y evitar de paso que cayeran en manos soviéticas.
El OVNI Nazi
Uno de los más curiosos artefactos desarrollados para cumplir ese objetivo fue el AS-6, un avión con una forma curiosamente parecida a un platillo volante. Tanto, que algunos investigadores suponen que el avistaje de alguno de estos prototipos puede haber sido el que dio origen a las historias sobre “patillos voladores”. Según algunos testigos, después de repetidos fracasos, en junio de 1944 uno de estos prototipos despegó y se alejó a gran velocidad dejando tras de si la pista de aterrizaje de Brandis (Leipzig). El aparato en cuestión era el único de su especie, y había sido diseñado y construido por Arthur Sach. Al acabar la guerra, el público pudo saber que el proyecto del "platillo" no había sido el único, y que otros ingenieros habían desarrollado distintos aparatos para la Luftwaffe.
Según relata de Andreas Epp, un antiguo ingeniero de Skoda, que trabajó como diseñador en el aeródromo de Praga, se realizaron planos y maquetas del "trompo volador". Esta aeronave, idea de Schriever y Habermohl, consistía en un gran aro metálico que giraba en torno a una cabina central en la que se ubicaba el piloto. Entre el aro y la cabina había una serie de palas similares a las de un helicóptero, unidas entre si, formando una gran hélice orientable, dándole al sistema maniobrabilidad y potencia propulsora. El proyecto final estaba impulsado por 6 potentes motores a reacción, lo que podría haber transformado al "platillo" de Schriever en el primero en superar la barrera del sonido.
“Los platillos volantes existen, claro que sí, pero no vienen de otros planetas. Los construimos nosotros. Los diseñaron nuestros ingenieros, y después los americanos y los rusos se repartieron esos planos y prototipos cuando cayó Berlín. Yo los vi durante mis servicios para el Führer”, dijo Ángel Alcázar de Velasco, un anciano de 82 años, espía del servicio secreto alemán en España durante la Segunda Guerra Mundial.
Un saludos a todos