Hola.
No os habeís enrrollado (SantiagoCierra y Pesado), ha estado bien, algunos más bien, explicitos (Armero).
Con frecuencia, acudo a cursos profesionales, con su consecuente tocho de jurídico (LECRIM, CP y demás), las clases, las suele dar un penalista, que nos recuerda, que existe la Ley, la tipificación de delitos, y luego el acto delictivo, la detención, aportación de pruebas, inculpación..., seguido del proceso, donde el magnánimo juez de turno, ve las cosas a distancia, en su sillón en la sala o en el despacho, con calma, si no le apetece, pués sigue mañana, valorando y juzgando, acciones cometidas en un breve espacio de tiempo, y con multitud de factores psicológicos en juego.
Resumiendo, la independencia del poder judicial, que debe (yo lo veo así), ir suelto del poder legislativo, tiene sus pros y sus contras, por un lado, evita el mangoneo, por otro, que si no son conscientes de son el paso intermedio entre las fuerzas de seguridad que protegen a la ciudadanía y el sistema penal que encierra y mantiene bajo llave a los depredadores que atentan y amenazan a esa sociedad protegida por gente de uniforme (o de paisano), si no asumen el papel de hacer dictar sentencia en el tramo alto en lugar del bajo, para que el que sale condenado de un juzgado, se de de cabezazos contra la pared de su celda una larrrrggggaaaa temporada, y así, de nuevo, el miedo vuelva a guardar la viña, Chicas y Chicos, vamos jo.di.dos pero a base de bien.
Sobre todo, por los dobles raseros, al delincuente, puente de plata, al ciudadano de bien, echarle todo el peso de la ley, que desde demasiado tiempo, se lleva haciendo en nuestras "salas de justicia".
PD: Lo del sistema penal, eso, para otro momento.

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La milicia es una religión de hombres honrados.
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Pedro Calderón de la Barca. Soldado de Infantería Español.
