Una intereasante lectura.
Que es la Marihuana.
La Marihuana, por M.M
- Aunque me encantaría que algunos chavales, y también los padres de algunos de ellos se molestaran en leer este informe, sé que no va a poder ser… Aunque estaría bien que cuanto menos, tuvieran toda la información sobre lo que, para ellos, esto tan divertido que es la Marihuana les puede llegar a deportar.
Así que, con el ánimo de conocer un poco más a fondo aquellas substancias con las que trabajamos, os dejo los estudios realizados a tal efecto por el NIDA (National Institute on Drug Abuse)
¿Qué es la marihuana?:
La marihuana es una mezcla gris verdosa de hojas, tallos, semillas y flores secas y picadas de la planta de cáñamo, Cannabis sativa. La mayoría de los usuarios fuman marihuana en cigarrillos hechos a mano llamados aunque también se utiliza para hacer una infusión de té y a veces se mezcla en los alimentos.
¿Cómo afecta la marihuana al cerebro y al resto del cuerpo?
Efectos sobre el cerebro:
Al entrar el THC al cerebro, el usuario se siente eufórico porque el THC actúa sobre el sistema cerebral de gratificación. Este sistema está compuesto por las regiones del cerebro que gobiernan la repuesta de la persona a cosas placenteras como el sexo o el chocolate, así como a la mayoría de las drogas de abuso. El THC activa el sistema de gratificación de igual manera que lo hacen casi todas las drogas, es decir, estimulando las células cerebrales para que liberen una sustancia química llamada dopamina.
Junto con la euforia, otro efecto reportado frecuentemente en los estudios en seres humanos es el sentirse relajado. Otros efectos, que varían considerablemente entre los distintos usuarios, incluyen el aumento en la percepción sensorial, risa, percepción alterada del tiempo y aumento en el apetito. La euforia pasa después de un tiempo y el usuario puede sentir sueño o depresión. A veces, el consumo de marihuana produce ansiedad, temor, desconfianza o pánico.
El consumo de la marihuana deteriora la capacidad para crear recuerdos nuevos y para desviar la atención de una cosa a otra. El THC también entorpece la coordinación y el equilibrio al adherirse a los receptores en los ganglios basales y el cerebelo, que son las partes del cerebro que regulan el equilibrio, la postura, la coordinación y el tiempo de reacción. Por lo tanto, también se ve afectada la capacidad de realizar tareas complicadas, de hacer deportes, de aprender y de conducir.
Los consumidores de dosis altas de marihuana pueden experimentar una psicosis aguda, que incluye alucinaciones, delirio y una pérdida del sentido de la identidad personal o autorreconocimiento. Aunque aún se desconocen las causas específicas de estos síntomas, parece que ocurren con más frecuencia cuando se ingiere una dosis alta de la droga en la comida o bebida en lugar de fumarla. Tales reacciones psicóticas a corto plazo a las concentraciones altas de THC son distintas a los trastornos de mayor duración, parecidos a la esquizofrenia, que han sido asociados con el uso del cannabis en las personas susceptibles.
Una pregunta constante es si las personas que dejan de fumar marihuana, incluso después de haberla consumido en grandes cantidades a largo plazo, pueden recuperar algunas de sus habilidades cognitivas. Un estudio reporta que en los consumidores establecidos de marihuana a largo plazo, la capacidad para recordar las palabras de una lista se vio afectada hasta una semana después de haber dejado de usar la droga, pero volvió a la normalidad después de cuatro semanas. Sin embargo, otro estudio encontró que los efectos de la marihuana sobre el cerebro pueden acumularse y con el tiempo pueden deteriorar las habilidades críticas de la vida. Estos efectos pueden ser aún peores en los pacientes con otros trastornos mentales o como resultado del proceso normal de envejecimiento.
La marihuana, la memoria y el hipocampo:
El deterioro producido por la marihuana en la memoria ocurre porque el THC altera la manera en la que la información es procesada por el hipocampo, el área del cerebro responsable de la formación de la memoria. La mayoría de las pruebas que apoyan esta afirmación provienen de estudios en animales. Por ejemplo, las ratas expuestas al THC en útero, poco después del nacimiento o durante la adolescencia, muestran problemas importantes en tareas específicas de aprendizaje o de memoria más adelante en su vida. Es más, el deterioro cognitivo en las ratas adultas está asociado con los cambios estructurales y funcionales del hipocampo debido a la exposición al THC en la adolescencia.
Cuando las personas envejecen, pierden neuronas en el hipocampo, lo que disminuye su capacidad para aprender información nueva. La exposición crónica al THC puede acelerar la pérdida de las neuronas del hipocampo normalmente asociada al envejecimiento. En un estudio, las ratas expuestas diariamente al THC durante 8 meses (aproximadamente el 30 por ciento de su vida) mostraron un nivel de pérdida de células nerviosas a los 11 a 12 meses de edad que equivalía a la de los animales no expuestos del doble de su edad.
Efectos sobre la salud física en general:
A los pocos minutos de haberse inhalado el humo de la marihuana, el corazón comienza a latir más rápido, los bronquios se relajan y se ensanchan, y los vasos sanguíneos en los ojos se dilatan haciendo que los ojos se vean rojos. Estos efectos pueden ser mayores si se consumen otras drogas conjuntamente con la marihuana.
Hay evidencia limitada que sugiere que el riesgo de que una persona sufra un ataque al corazón durante la primera hora después de fumar marihuana es cuatro veces más que el riesgo normal. Esta observación podría explicarse, en parte, porque la marihuana eleva el ritmo cardiaco y reduce la capacidad de la sangre de transportar oxígeno, y en algunos casos también eleva la presión arterial.
Las consecuencias del abuso de marihuana:
Agudas (presentes durante la intoxicación)
Deterioro de la memoria a corto plazo
Deterioro de la atención, el juicio y otras funciones cognitivas
Deterioro de la coordinación y el equilibrio
Aumento en el ritmo cardiaco
Episodios psicóticos.
Persistentes (duran más que la intoxicación pero no siempre son permanentes):
Deterioro de la memoria y las habilidades para el aprendizaje
Deterioro en el sueño.
A largo plazo (efectos acumulativos del abuso crónico):
Puede llevar a la adicción
Aumento en el riesgo de la tos crónica y la bronquitis
Aumento en el riesgo de la esquizofrenia en personas susceptibles
Puede aumentar el riesgo de ansiedad, depresión y síndrome amotivacional.*
*Estos son síntomas o trastornos que ocurren concurrentemente con el consumo de marihuana. Sin embargo, las investigaciones aún no han determinado si la marihuana es la causa o si simplemente está asociada con estos problemas mentales.
¿Cuáles son los efectos de la marihuana en el rendimiento escolar, en el trabajo y en la vida social?:
Las investigaciones han demostrado que los efectos negativos que tiene la marihuana sobre la atención, la memoria y el aprendizaje pueden durar días o semanas después de que desaparezcan los efectos agudos de la droga (Schweinsburg y cols. 2008). Consecuentemente, alguien que fuma marihuana todos los días puede estar funcionando a un nivel intelectual reducido la mayor parte o todo el tiempo. Como es de esperar, la evidencia sugiere que, en comparación con los compañeros que no fuman marihuana, los estudiantes que fuman marihuana tienden a obtener calificaciones más bajas y son más propensos a abandonar la escuela secundaria (Fergusson y Boden 2008). Un metaanálisis de 48 estudios relevantes—uno de los más completos realizados hasta la fecha—encontró que el consumo de cannabis se asociaba sistemáticamente con un nivel reducido de logros educativos (por ejemplo, las calificaciones y la probabilidad de graduarse) (Macleod y cols. 2004).
¿El consumo de la marihuana afecta la capacidad de conducir un vehículo?:
Debido a que la marihuana afecta el juicio y la coordinación motriz y reduce el tiempo de reacción, una persona intoxicada tiene una mayor probabilidad de estar involucrada en un accidente y de ser responsable de él (O'Malley y Johnston 2007; Richer y Bergeron 2009). De acuerdo con la Administración Nacional para la Seguridad Vial, las drogas distintas al alcohol (como, por ejemplo, la marihuana y la cocaína) contribuyeron a un 18 por ciento de las muertes de conductores de vehículos. Una encuesta reciente encontró que el 6.8 por ciento de los conductores que estuvieron involucrados en accidentes eran en su mayoría menores de 35 años y tenían resultados positivos para el THC. Además, se encontraron niveles de alcohol por encima del límite legal en el 21 por ciento de estos conductores.
Fuente: https://www.facebook.com/policiasES
Saludos