Stolac: Mi teniente ¿Dónde están los hombres?
Como ya os conté en las misiones HUMINT de Bosnia, diversos equipos de seis hombres se repartieron por los puntos clave de la frontera entre los distintos bandos. Lo que os relato a continuación es parte de los momentos vividos por los integrantes de la BOEL en esa época.
Precedentes: antes de la guerra Stolac era un pueblo que como muchos tenía su comunidad serbia, croata y bosnia. Al empezar el conflicto los serbios comenzaron con la limpieza étnica, así que bosnios y croatas se vieron perseguidos por las tropas serbias y sobre todo por los paramilitares Chetniks. Por todos es sabido las atrocidades que se cometieron, así que los bosnios huyeron en masa a zonas más seguras del país. En cambio los croatas plantaron cara y decidieron quedarse a combatir por su pueblo, el movimiento paramilitar croata Ustacha resistió durante todo el conflicto hasta que las tornas se cambiaron y recibieron apoyo del HVO, pudiendo así recuperar Stolac y expulsar a los serbios.
Con la recuperación del pueblo por parte de los croatas, los bosnios que allí vivían decidieron regresar y volver a instalarse. Mala elección.
Para entonces la guerra ya no era solo contra los serbios si no a tres bandas. Además, había que sumar el resentimiento de los croatas de Stolac sobre los bosnios por haberles abandonado frente al ejército serbio. Cuando los bosnios volvieron al pueblo se encontraron con que ahora la limpieza étnica era cosa de croatas y no de serbios, muchas familias murieron. Este fue el punto en el que los tres bandos cometieron todo tipo de crímenes contra la humanidad, unos más que otros, pero bien es cierto que el que no hizo más fue por que no pudo, no por falta de ganas.
Pasó el tiempo, y tras los cascos azules llegaron las tropas de la OTAN y se pudo imponer una frágil paz. En el proyecto de naciones unidas por la reconstrucción de Bosnia se contemplaba el regreso de los refugiados a sus hogares. En muchos casos no se pudo hacer simplemente por que nadie quería volver a vivir junto a vecinos que los habían perseguido empuñando kalasnikov hace poco tiempo, en otros casos porque resultaría peligroso.
Como parte de este proyecto, ACNUR tenía un programa de reinserción de familias bosnias en Stolac (los serbios pasaron olímpicamente y se quedaron en la autoproclamada Republica Srpska) un programa bastante peculiar.
Como ninguna familia originaria del pueblo quería regresar, se ofrecieron incentivos en ayudas económicas y reconstrucción de casas. Y lo que consiguieron es que los bosnios más desesperados se apuntasen a tal programa a cambio de casa y un sueldo, aunque no fuesen naturales de Stolac.
Todos los días venia un autocar desde la parte musulmana de Mostar con trabajadores para reconstruir el barrio bosnio. Y es en este barrio, donde en una de las cuatro casas que quedaban en pie, se alojaba la patrulla Charlie de la BOEL. La componían un teniente, un cabo primero, un cabo especialista en mecánica, un cabo especialista en montaña, un legionario especialista en armas y un legionario especialista en explosivos.
Si a los croatas del lugar no les hacía gracia que sus vecinos bosnios regresasen, imaginaros que tal les sentó que les metieran por la fuerza trabajadores bosnios desconocidos. A diario un BMR permanecía en alerta en la plaza central, mientras los legionarios del destacamento patrullaban.
Al comienzo se dio una especie de “kale borroka” a la yugoeslava. Los jóvenes del pueblo apedreaban el autocar y hostigaban a los trabajadores, causaban destrozos en las casas reformadas y saboteaban todo lo que podían de las obras.
Luego la cosa se calmó, hasta que llegó el fin de semana. Los croatas se organizaron en serio, en vez de destrozar las obras se dedicaron a saquear el material de obra y arreglar sus propias casas, y luego ponían minas anticarro en los pilares y las volaban.
Recuerdo el primer bombazo, todos nos levantamos un palmo de los catres, los cristales no estallaron porque las ventanas eran todas de plástico. Al día siguiente, de la casa de enfrente solo quedaba el techo a ras de la acera, esta gente tenía mucha experiencia volando cosas.
Estas voladuras de fin de semana fueron aumentando su frecuencia, hasta que decidieron que les salía mas barato quemar las casas. Los bomberos solo aparecían si el fuego se extendía hacia la zona croata o hacia nuestra casa, todo un detalle.
Mandamos multitud de informes solicitando el cese momentáneo del programa de ACNUR en la zona por el peligro inmediato paras los trabajadores y futuro de las familias, amen de los legionarios que tendrían que protegerlos.
El encargado de ACNUR en la zona montó en cólera, era un arquitecto danés que puso a parir a los españoles, pero él se iba todas las noches a su hotel y nos dejaba allí con el marrón. Además si abortaban su proyecto el amigo danés dejaría de cobrar sus 5.000 y pico dólares al mes, toda una lástima (ésta info vino de Intel).
ACNUR presionó y se salió con la suya, habló con el mando de la División Salamander para hacerlo por las bravas. Craso error, las gentes de la extinta Yugoslavia se toman muy mal ese tipo de cosas.
Se dio una fecha limite en la cual con las obras terminadas o no, aproximadamente un centenar de familias musulmanas se instalarían en el antiguo barrio bosnio.
El pueblo se convirtió en una olla a presión, y tras avisar al mando de la división de la preparación de movimientos hostiles, se enviaron refuerzos de unidades de caballería francesa, eran unos pequeños vehículos 4x4 blindados de ruedas de los que no recuerdo el nombre (adelante foreros, demostrad lo que sabéis).
El verse invadidos por tropas OTAN parecía que iba a retener los ánimos de los croatas, pero no fue así, ya que para mas INRI la mitad de los soldados franceses en Stolac eran de origen árabe, así que haceros una idea del cabreo que tenían esta gente.
La situación antes del “día d” era de extrema tensión. Pintadas de los radicales ustacha amenazándonos de muerte junto a su símbolo de la cruz hecha por un fusil y un cuchillo, disparos de advertencia-intimidación, pedradas, explosión de artefactos caseros por doquier en el barrio bosnio, mas incendios, y la sospechosa llegada de muchos nuevos vecinos al barrio con mochilas y arcones.
Por la noche algunos ni se escondían y recorrían borrachos las calles en coche asomando RPG por la ventanilla otros soltaban ráfagas al aire. Nadie pegó ojo.
Amanece el día en que se cumple la fecha límite. Recibimos en el decodificador un mensaje que luego volvemos a decodificar con las claves manuales.
“Tres autobuses con unos doscientos civiles bosnios salen escoltados por BMR de Mostar en dirección a Stolac, preparen informes de situación previa a la llegada. Alerta amarilla”.
Inmediatamente nos pusimos el equipo y nos dividimos en dos binomios de observación, uno oculto (alfa, lejía tirador LV y cabo,) y otro a pie de calle (bravo, lejía y teniente). El cabo primero se quedó en la casa (Charlie 1) a cargo de la radio y el cabo especialista (Charlie 2) con el Nissan Patrol a punto.
Alfa salió un poco antes entre los escombros del vecindario para dar apoyo a Bravo dentro de lo posible. Nada mas salir Bravo la vecina nos suplica que nos quedemos en casa, mal rollo pero hay que cumplir.
Todavía huele a quemado de la casa que ardió el día anterior, el frío penetra hasta los huesos y no se ve un alma a pesar de que ya son cerca de las 11:00h. Avanzamos dos calles más con cuidado y vemos que algunas están bloqueadas con pequeñas barricadas, son más un estorbo que una barricada propiamente dicha, pero está claro que un coche tendrá serios problemas para moverse. También han quitado las tapas de las alcantarillas y las han cubierto con viejas mantas, cada vez tiene peor pinta.
“Bravo aquí Alfa, divisamos una multitud concentrándose en la plaza principal”
Debe ser cierto, estamos a 200 metros y se escucha el gentío lanzando consignas, parece un campo de fútbol lleno de ultras.
“Bravo aquí Charlie1, tenemos apoyo aéreo, los franceses nos envían un pájaro de ataque”
Con el ruido de la gente no habíamos reparado en el helicóptero que daba vueltas sobre nosotros, también es cierto que lo hacía a gran altura.
Llegamos junto a los manifestantes, todo el mundo llevaba pancartas, bolsas con huevos y banderas croatas. Algunos nos insultaban y zarandeaban. Cuando empezaron a escupirnos las mujeres, otras amigas nos defendieron diciendo que “nosotros éramos buena gente y que habíamos ayudado al pueblo”.
“Bravo aquí Charlie1, el convoy esta en la entrada del pueblo, la escolta policial no ha aparecido, solo hay escolta OTAN. El capitán pregunta cómo están los ánimos”
El capitán a cargo de los BMR de escolta era un hombre bajito, enjuto y valiente, de la escala legionaria, muy conocido por la hazaña de irse a un prostíbulo con su BMR y su tripulación, creo que salió en las noticias y todo.
“Aquí Bravo, la cosa esta que arde, como mínimo nos vamos a llevar unas cuantas pedradas y unos huevazos de postre”
Unos segundos después vimos llegar el primer blindado por la carretera, el capitán nos vio y nos hizo señas para que nos acercásemos.
Capitán “¿Dónde $%&ª está la policía?”
Teniente “Mi capitán no espere ayuda local, de hecho creo que pueden ser un problema”
Por otra calle vemos que llega el Toyota blanco de la IPTF, la “policía de la ONU”, con un oficial jordano y un oficial de la gendarmería argentina.
“che pibes, que fregado es esto, creo que lo mejor sería largarse y que los gallegos vuelvan otro día con los paisanos” dice el gendarme.
Pero hay órdenes que cumplir y el capitán decide esperar unos minutos para evaluar mejor la situación. Para aclararnos las dudas un autobús con bosnios asoma a lo lejos y empiezan a volar piedras y huevos en su dirección acompañados de un griterío infernal.
“¡Que ese maldito autobús retroceda fuera de la vista!”
El traductor se acerca a la cabina y le grita al conductor que no haga tonterías.
Dos BMR mas avanzan a la cabeza del convoy, junto con un 4x4 de ACNUR, aquí viene nuestro amigo el danés, nada mas bajar ya esta gritando en ingles que por que no avanzamos. El capitán le responde mediante el traductor que hay una manifestación y que es mejor negociarlo con las autoridades locales, a lo que el danés responde
“no hay nada que negociar, nosotros tenemos blindados y podemos entrar por la fuerza ¡así que adelante $%&ª!”
Jamás creí que oiría algo así de boca de “personal humanitario”.
La respuesta del capitán fue clara
“Escúchame $%&ª, esto no es la plaza de Tian ann menn, hemos venido para ayudar a esta gente no para aplastarla”
La gente cada vez se exaltaba más, ya nos había pasado cerca una piedra y un par de huevos, cuando dos amigas nuestras se acercaron con la vecina y con cara de preocupación nos dijeron que nos escondiéramos.
“¿Escondernos de qué?” le dije
“¡De los hombres, de los hombres!” chillaban ellas.
“¿Qué hombres? ¿Nos van a atacar?” respondí.
“¡sí, sí!” volvieron a gritar.
“¿Pero que hombres nos van a atacar?” estaba muy nervioso y quería asegurarme de la información.
“¡Todos, están todos!” ahora tiraban de nuestros chalecos antifragmento.
Informé al teniente de la situación y avisamos a todo el mundo.
“Alfa aquí Bravo, localice posibles hostiles en los alrededores y entre la multitud”
“Aquí Alfa, llevo un rato rastreando y sólo he visto un par de observadores en los edificios derruidos al norte, puede que sean tiradores pero no veo armas”
“Alfa, que me dices de la gente, ¿hay algún posible hostil?”
“Negativo Bravo, de hecho no veo ningún hombre”
Y entonces caí en la cuenta.
“Mi teniente ¿Dónde están los hombres? Aquí sólo veo mujeres y niños, y algún anciano pero me apuesto la paga a que no hay hombres entre los diecisiete y los sesenta años en toda la plaza.
Estaba claro que todos los varones en edad de combatir estaban ocultos en el pueblo, acechando y preparados para cometer alguna acción mas que probablemente hostil.
Para terminar de convencernos llegó otro mensaje.
“Bravo aquí Charlie1, el pájaro avisa de partidas ocultas en la salida sur y este del pueblo, creo que los han visto con la térmica”
“Bravo aquí Alfa, confirmo que uno de los observadores tiene un dragunov apoyado junto a una pared del fondo, creo que lo ha hecho a propósito, no me creo que estos tipos sean tan descuidados.”
No hacían falta más señales. El capitán ordenó proteger la retirada de los autobuses de vuelta a Mostar, era preferible antes que meterse en un avispero urbano rodeado de civiles inocentes. Acto seguido vimos como el helicóptero francés dio dos pasadas de advertencia justo por los accesos del pueblo, para que las “partidas ocultas” supieran que ya no eran tan ocultas.
La gente empezó a aplaudir y abrazarse al ver que la comitiva se retiraba, por el momento habían ganado.
Bien, no quiero extenderme más contando historias, así que si hay que profundizar en el tema lo haré gustoso a petición de los foreros. Lógicamente el día no acabó ahí, porque luego fuimos nosotros los que tuvimos que seguir lidiando con el ambiente tan calentito que reinaba en el pueblo.
Espero vuestra opinión, así que un saludo y hasta la próxima
