gordon escribió:
tienes razon Blackjack, pido disculpas por salirme del hilo
Tranquilo hombre, aquí no hay nada que perdonar.
Sigamos con lo nuestro.
En la BOEL se hacían unos temas defuego real muy interesantes.
Se utilizaba un cortijo abandonado que nos curramos forrando las paredes de neumáticos y rellenando estas de arena (vaya paliza de pico y pala)
Se construía una antena parabólica de cartón piedra o madera, se colocaban "pepes" con uniformes enemigos, y lo mejor era colocar algun coche viejo simulando ser un blindado enemigo. Como muchas veces se utilizaba para exhibiciones algunas cosas se alteraban.
Por ejemplo, en vez de colocar cargas explosivas reales con las que volariamos por los aires todo el tinglado, usábamos cargas pequeñas adosadas a las que llamábamos "gran bola de fuego", era un artilugio casero que en vez de producir una explosión provocaba una deflagración(para más detalles... os JOXXIS

). Más espectacular y menos peligroso, excepto la vez que vino el rey y para impresionarle se puso el doble y casi le queman las cejas a su alteza real
(dicen que el rey se lo pasó pipa ese día). Otro efecto especial era el C-90 que había que dispararle al blindado simulado.
Como también era arriesgado para el público meterle un pepinazo real, se disparaba con un TR-90 el simulador de C-90 que disparaba una flecha de plástico.
Luego un colega activaba con detonador eléctrico una pequeña carga que simulaba el impacto del cohete, excepto una vez que por experimentar se le añadió a la carga una bombona de butano "para ver que pasaba".
Madre mía que bombazo
Antes del asalto los tiradores selectos abatían a los centinelas y los "maquineros" machacabamos la posición.
Luego entraba el equipo de asalto, eliminaba a los hostiles del interior y daba paso al equipo de explosivos.
Cuando todos salíana a la carrera era el momento estelar de los maquineros, había que cubrir la retirada de los equipos "Arrasandolo todo"
Barra libre de MG-42 para los malos, era tan bestia la potencia de fuego que los tiradres llevábamos 2 cañones de recambio en vez de uno.
En un día de fuego real podíamos fundirnos la munición que una cia de infantes usa en un año.
